PSICOLOGIA GENERAL
Fármacos y otras terapias médicas
Por: Dr. C. George Boeree
Departamento de Psicología - Universidad de Shippensburg
Traducción al castellano: Sara Blanco
La terapia con medicamentos, también llamada farmacoterapia,
se ha convertido en la pieza más rápida de la psicoterapia, con
nuevos desarrollos que suceden cada año. Nuestro conocimiento de la
química del sistema nervioso se está desarrollando rápidamente, y el
conocimiento de nuestra genética, incluso más rápido, y es la
esperanza de todos los psicólogos que, algún día, todos los
problemas psicológicos que tienen raíces fisiológicas tengan un
remedio simple en forma de píldora.
Por supuesto también se entiende que los problemas psicológicos
tienen otras raíces, y que una pastilla no va a resolver todos
nuestros problemas. Siempre necesitaremos formas de
enseñar a la gente a lidiar con el estrés con mayor eficacia y
animarles a sacar lo mejor de la vida. ¡También necesitamos
comprender mejor las causas del estrés y las formas de modificar el
mundo más allá del individuo! Estas cosas se mueven un poco más
lentamente.
También vamos a echar un vistazo a dos terapias más controvertidas:
la terapia electroconvulsiva y la lobotomía. La primera parece
haber llegado para quedarse, al menos por ahora, la segunda es ya
una reliquia histórica.
Medicamentos contra la ansiedad.
Los medicamentos contra la ansiedad, también llamados ansiolíticos,
incluyen famosas marcas tales como Valium y Librium.
Estos medicamentos actúan bloqueando los receptores GABA, atenuando
un poco la actividad del sistema nervioso central, como el alcohol.
A pesar de que le ayudan a dormir, no causan la excesiva somnolencia
o aturdimiento que causa el alcohol.
Son un buen método temporal para los problemas de ansiedad: Calmando
a la persona, dan tiempo a que la psicoterapia tenga efecto. Sin
embargo, estos medicamentos pueden fomentar la dependencia
psicológica muy rápidamente (¡Son muy agradables!) y la ansiedad a
menudo regresa con la misma rapidez cuando el paciente deja de
tomarlos.
El trastorno obsesivo-compulsivo ha sido recientemente tratado con
éxito utilizando los fármacos antidepresivos llamados ISRS,
descritos a continuación. Estos también pueden ayudar a las personas
que sufren ataques de pánico.
Medicamentos contra la depresión.
Los antidepresivos han hecho un gran progreso en los últimos veinte
años. El más conocido es el originario, Prozac (Fluoxetina).
El Prozac es miembro de una familia de medicamentos llamados ISRS,
que corresponde a los inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina.
El nombre en realidad describe como funciona: El medicamento impide
"absorber" el exceso de serotonina en las terminaciones del axón de
las neuronas de serotonina en la sinapsis. Siempre permanece algo de
serotonina, y así es más fácil para la neurona estimular a la
siguiente neurona. Se podría decir que esto facilita las
comunicaciones. Algunos de los medicamentos también hacen lo
mismo con la norepinefrina. Es interesante observar que la
cocaína usa el mismo mecanismo, sólo con la dopamina.
Para algunas personas les da un alivio complete, para otras, ninguno
en absoluto, pero para la mayoría, los antidepresivos "alivian" la
depresión. Una vez más, esto permite dar tiempo a que otra terapia
surta efecto. Tienen un efecto positivo en alrededor del 70% de las
personas con depresión leve (Thase y Howland, 1995) pero una tasa
mucho menor, del 20 al 40% de efectividad para las personas con
depresiones psicóticas mas graves (Spiker, 1985). Pero, a diferencia
de los ansiolíticos citados antes, los ISRS se prescriben a menudo
durante largos períodos de tiempo, incluso de por vida. Sus efectos
secundarios son, para la mayoría de las personas, mínimos. Los
antidepresivos más antiguos – llamados Tricíclicos y los IMAO-
tienen bastantes.
Otro fármaco ha demostrado ser especialmente útil par alas
personas con trastorno bipolar (manía-depresión): Litio, que
es un metal ligero, parece ser un nivelador del estado de ánimo,
estabilizando a la gente que sufre de altos y bajos. También se
utiliza para aumentar la eficacia de los antidepresivos en personas
en que no responden bien. Es duro para el hígado, y por lo tanto
requiere una vigilancia constante en forma de análisis de sangre.
Medicamentos antipsicóticos.
Los fármacos antipsicóticos más conocidos son el antiguo medicamento
clorpromacina y el nuevo clozapina. Ambos actúan
bloqueando los receptores de dopamina, lo que reduce la respuesta de
una persona para los estímulos "irrelevantes, tales como los que
causan las alucinaciones y la paranoia. Los nuevos medicamentos como
la clozapina también ayudan un poco con varios tipos de síndrome de
abstinencia, así como con la ansiedad y la depresión.
Los medicamentos antiguos en concreto tenían una gran cantidad de
efectos secundarios, dejando a la gente aletargada y atontada y
dándoles temblores como los del Párkinson. Quizá usted recuerde que
las personas con enfermedad de Párkinson no parecen desarrollar
esquizofrenia, probablemente debido a que implican circunstancias
neuroquímicas opuestas.
Los fármacos antipsicóticos, incluso los más nuevos son "drogas
duras" y tienen que ser utilizados con cuidado. Sin embargo, han
ayudado a muchas personas a llevar una vida normal, cuando antes
hubieran sido condenados a la institucionalización permanente. Los
estudios demuestran que alrededor del 70% de los pacientes mejora
con fármacos antipsicóticos, en comparación con sólo el 25% que
recibieron placebo (Kane, 1989; Kane y Marder, 1993).
Terapia Electroconvulsiva.
La terapia electroconvulsiva o TEC es lo que mucha
gente llama terapia de shock. Fue inventada en 1930 por un grupo de
doctores italianos, Ugo Cerletti y Lucio Bini. Inicialmente, se
hacía con el paciente consciente y era, con razón, considerado un
procedimiento aterrador.
Hoy en día, muchas cosas han cambiado. Básicamente, se trata de
poner al paciente bajo anestesia general, proporcionándoles un
relajante muscular para que no tengan espasmos que puedan hacerles
daño, conectando dos electrodos en las sienes o uno en la sien y
otro en la frente, y luego aplicando de 70 a 150 voltios de
electricidad al cerebro durante una fracción de segundo. Aunque esto
provoca lo que se llama convulsión de gran mal
(convulsiones tónico-clónicas generalizadas o GTC), el paciente no
siente nada y no sufre ningún daño cerebral. El paciente se
despierta 15 minutos más tarde sin recuerdos de la TEC y
posiblemente, de un par de horas antes del tratamiento. Este
procedimiento se realiza tres veces a la semana, de 3 a 15
tratamientos. Y, aunque nadie sabe realmente porqué, la depresión se
alivió de manera significativa para la mayoría de los
pacientes.
No es, por supuesto, todavía algo por lo que todos hagan cola: La
Terapia electroconvulsiva se utiliza únicamente en personas con
depresión severa que no les funciona o tienen muy poco efecto otras
terapias, incluyendo los fármacos. También se utiliza, con un poco
menos de eficacia, para algunas formas de esquizofrenia. A pesar de
que la APA y otras organizaciones ven como humana y valiosa esta
terapia, hay muchas personas que no están de acuerdo, algunas con
mucha fuerza.
Psicocirugía
La tristemente célebre lobotomía fue inventada por Antonio
Egaz Moniz, de la facultad de Medicina de la Universidad de
Lisboa. Encontró que cortando los nervios que se extienden
desde la corteza frontal hasta el tálamo en pacientes psicóticos que
sufrían pensamientos repetitivos "cortocircuitaba" el problema.
Junto con su colega Almeida Lima, ideó una técnica que implicaba la
perforación de dos pequeños orificios a ambos lados de la frente,
insertando un bisturí especial, y separando la corteza prefrontal
del resto del cerebro.
Algunos de sus pacientes se tranquilizaban, otros no. Moniz
recomendaba extrema precaución en el uso de la lobotomía, y
consideró que sólo debe ser utilizada en casos extremos, donde se
hubiera intentado todo lo demás. Fue galardonado con el Premio Nobel
por su trabajo con la lobotomía en 1949. Se retiró poco después de
que una ex paciente le paralizara disparándole por la
espalda.
En 1936, Walter Freeman, un médico estadounidense, comenzó a
realizar lobotomías. Quedó tan satisfecho con los resultados, que
hizo muchas miles más. Él es famoso por la invención de lo que se
llamó lobotomía del Pica hielo: Descubrió que podía insertar un pica
hielo encima de cada ojo de un paciente con solo anestesia
local, atravesando un fino hueso con un ligero golpe de mazo,
agitando el pica hielo hacia fuera y a los lados como un limpia
parabrisas y –voilà- un paciente antes difícil es ahora un zombie
pasivo.
Entre 1939 y 1951, fueron realizadas más de 18.000 lobotomías en los
EE.UU., y muchas más en otros países excepto, curiosamente, en la
Antigua Unión Soviética, donde fue prohibida de Nuevo en la década
de 1940 por razones morales. Se utilizaba a menudo con los
condenados, y en Japón fue recomendada para su uso en niños
"difíciles". Afortunadamente, todo lo que ha quedado realmente de la
lobotomía es una sofisticada cirugía guiada por resonancia magnética
usada para gente que sufre convulsiones severas.
© C. George Boeree: Todos los Derechos
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